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Las 5 llagas del Señor Son las 1Oh. de la noche y 3 jóvenes llaman en portería. Vienen a recoger unas mantas que se les había dado y se las guardábamos aquí. Vienen con más exigencias. Uno se enfrenta a la Hermana con insultos totalmente injustificados e inmotivados. Se va cerrando la boca, como si quisiera atrapar lo dicho. Como si temiera no haber herido, sino cerrado una puerta a puntapiés. Una puerta a la que tendrá que volver a llamar mañana mismo. Una puerta que no cierra, sino que es giratoria a impulso del amor de estas Hermanas sin rencor y con olvido. Fuera era todo la noche... Son otros marginados, drogadictos y por ello, como en otras ocasiones, en estado preconflicto. Que puede estallar por cualquier nimiedad. Han perdido su goce de vivir y recurren explosivamente a la química inyectable. La drogodependencia se ha posesionado de su interior y su máscara se convierte en rostro y casi alma. Y luego dar vuelta al calcetín es ya muy difícil. Se escaparon de entre las manos de sus padres y huido del hogar a vivir sus vidas, a su aire, a su destino, a su autodestrucción. ¡Con lo que cuesta poner a un hombre de pie en la vida! A las 12'15 me avisan que ha terminado la película en la TV. Ventilo la Sala con humo denso, de niebla de focos a larga distancia... Ahora todo entra en la paz y el bien del albergue... Cada mochuelo en su nido. El timbre de la portería llama con urgencias a las 2'30. Se presentan la finlandesa y su compañero. Estos van en yunta y de retraso. ¡Y qué lo vas a hacer a estas horas! A veces el tiempo no alcanza. Y un albergue no es un convento de clausura precisamente... Les acompaño hasta sus dormitorios. Y ¡buenas noches!.. Todavía otro anda por las calles de la noche sin recogerse como tantos, pero pensándoselo mucho. Y ahí está llamando al timbre de portería a las 5'20 de la noche-madrugada. Un señor que suele venir bebido y con gritos e insultos por todo armamento, pero más pronto. Esta noche viene derrotado con su estribillo de fatigas: ¡no puedo más! Humildea de entrada: - «Quiero dormir, si es posible 2 horines. La calle es muy puta y muy dura, ino aguanto más!» ... Ya le he acogido algunas noches más. Este es de los que andan a los trancos y sus apariciones son intermitentes como los semáforos de tránsito. Y la noche si es de perros. A las 7 h. de la mañana abro la puerta a 2 que se marchan al día. Uno al trabajo de la perrera municipal y otro al autobús de Cabuenes, a curarse al hospital Me afeito y pongo orden en el cuarto de guardia. Abro un bote de cocacola, que me he traido del convento y fumo mientras leo. Fuera viento, frío y lluvia. C'est dégoútant! Me gusta más el invierno suizo, con nieve hasta las orejas. Una tos vejancona y mañanera absolutamente necesaria para que mis bronquios empiecen su jornada. Son las 8 de la mañana. Enciendo las luces de los dormitorios. Entrego las llaves y a la calle, camino de la Pastoral del Domingo. Al encuentro de las ovejas que están en el «redil». Y de camino me voy preguntando ¿cómo madrugarlas? ¿Cómo abrasar sin carbonizar? El fuego del Espíritu y su tarea ¡Gloria al Señor!. .. 129

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