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P. Eusebio Villanueva pueblo que hablan en presente histórico. Casi siempre broncas voves obreras llamando a estampía proletaria. Con su ética y su estética y su humor también. Gritando a veces una cosa para afirmar otra... Aveces es de fuerte y sabroso bocado. Veamos algunas: «Barriga llena, a Dios alaba». «Yo soy yo, menos los impuestos» (Ortega 2º). «Toda agresión, tendrá respuesta». «Ataca al Capital, te roba». «Libertad o suerte». «Cómete a los ricos». « Muerte al sistema». «Fascistas ayer, fascistas hoy, asesinos siempre». «No queremos sobrevivir. Queremos vivir». «¡Yankis, go home! (y llévenme con ustedes)». «Las modas pasan, los escombros quedan». «Les problemes de Xixon no los arregla el Barbón». Retazos-gritos de los odios y amores, de los recuerdos y rencores del nombre de hoy.. Tantas veces el resentimiento trágico de la vida. O el humor cuantitativo y cualitativo para flotar... sobre las miserias del hombre. Hay dos notas de emoción en el Albergue. Una: la Hna. Carmina asomada a la ventana, saluda, hecha un rostro de aleluya. Ayer ha regresado del Hospital, donde un «soplo», un «ángel», del corazón, la había retenido unos días de control, reposo total y puesta a punto. Quiero a esta hermana porque es una sonrisa de Dios olvidada a posta entre nosotros... De hecho, las 4 Hermanas son un gesto puntual, notorio y diversificado, de Dios con los «suyos», los de aquí. Otra: la mamá de otra Terciaria Capuchina de paso para las Misiones. Esta mamá tiene ya vividos sus 83 años, y ha venido en despedida de su hija que se regresa estos días para el Zaire, en Africa negra. Prorablemente ya no la volverá a ver. Es, pues, casi una despedida definitiva. Es un ¡adiós! hasta la Casa del Padre. Cierto que las madres viven mitad/mitad la vocación de sus hijos. De hecho asumen, absorben gran parte de la vocación y vida de sus hijos. Esta buena madre, al despedirse de estas «hijas» (para Francisco de Asís las madres de los francisca– nos son «madres» de todos los franciscanos) las 4 Hermanas del Albergue y de su carne-hija derrama todas las lágrimas de su corazón ... Las madres tienen corazón ancho de Evangelio, con temperatura y ternura de María, la otra Madre Grande. Hoy los ceniceros del Albergue vuelven a estar sobrecargados de colillas. Esto también es «buena noticia». Tienen tabaco y ha llegado para los alberguistas su pensioncilla y con ella un poco más de buen humor y respiro para seguir viviendo. ¿Qué el tabaco es el cáncer a largo plazo? Para cáncer ya están las pobrezas de cada día, que atacan hasta el alma y a corto plazo. Un día bien completo de «buena noticia». ¡Gracias mi buen Señor! 116
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