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Las 5 llagas del Señor Martes: 9 Nov. 1993: ALBERGUE -DEDICACION DE LA BASILICA DE LETRAN- H oy celebramos un santo de piedra, la iglesia-basílica de Letrán. Símbolo de la Iglesia universal. «Madre y cabeza de todas las iglesias de la Urbe y del Orbe», según nos reza la liturgia. Construída por Constantino y «reparada» por Francisco de Asís. Ella contiene y resume todo lo que la Iglesia ha sido y es: persecuciones, y desastres, dogma y santidad, arte y política. Mezcla a menudo un tanto confusa y extraña, como debida a afanes humanos que -bajo la guía del Espíritu- buscan a tientas el camino de Dios. Rumiando estos pensamientos del espacio de oración en la Comunidad me encamino hacia el Albergue. El frío despejado y libre desciende, como el sol, de los cielos y de las azoteas. Todo se enciende con los colores del manto de Dios a estas horas. Va a ser un día espléndido. Camino despacio y mirón. Por dentro sigo mascando el «chicle» de la meditación santoral. Hay quien está sólo preocupado de la Iglesia cefálica. Otros dirigimos la preocupación sana a todo el cuerpo de la Iglesia. Todos somos células vivas, generadoras de vida -que no piedras pasivas, receptoras y consumidoras, yuxta– puestas de bautismos y certificados de cristiandad ... Como piedras vivas. Como muros en arquitectura viva, constructora de la casa de Dios, su templo vivo. Con sus oraciones-grito. Con sus testimonios-palabra. Con sus misterios-gozosos-doloro– sos-gloriosos... Hoy los cristianos de piedra-viva, los cristianos de la ciudad terrena vamos también dejando gritos, consignas, oraciones, angustias, sobre los muros de nuestras ciudades de cemento y ladrillo. Por eso las paredes hablan. Son nuestras «pintadas», nuestros periódicos del pobre, del que no tiene voz ni eco. Política «ilegal», acusaciones, tácticas, el mensaje asilvestrado y revolucionario, que se sube por las paredes. La pared es la imprenta libre de los pobres: su medio de comunicación, del que pueden disponer con riesgos y sin gastos, fugazmente, los olvidados de la tierra... Basta andar y leer. Leer esos muros sobrecubiertas de batallas campales de tizas, brochas y sprays. De mi camino mañanero yo puedo hacer eco. Son tipos del 115