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Las 5 llagas del Señor Esta será fundamentalmente la experiencia cotidiana, silenciosa y entregada, de quien pretenda compartir con el pobre, con la marginación humana. Y sólo de ahí nacerá la credibilidad del testimonio de la palabra y la acción cristiana en medio de ellos y fuera. - EL CAMINO DE DIOS ASUMIENDO LA HISTORIA - JESUS SE COMPROMETE en su «vida pública» a partir de Galilea. Es allí donde comenzó la cosa. Y allí escogió a sus Discípulos. Comienza la proclamación del Reino, la Paternidad de Dios y la liberación del que sufría. Allí comenzaron ya a maquinar contra El las fuerzas del mal. .. Es hora de revelar, anunciar, aclarar, el Mensaje de Jesús. Es hora de enfrentarse, de denunciar, y comprometerse contra los poderes del mal. Es hora de ser Luz y Sal y Levadura. Es otro camino a andar en el servicio, en el ser y estar, dentro de la marginación. No basta sólo acompañar y compartir en el silencio y en el amor, en la entrega. Hay que constituirse en voz de exigencia y de denuncia ante la vida pública. Hay que ser vez, ocasión para ellos desde la justicia y ante la justicia y las estructuras de la sociedad ... Es camino para la transformación, la rehabilitación, recuperación, la reinserción en la sociedad y a doble sentido: de los marginados y de la sociedad... Camino crucífero, exigente, sacrificado y martirial. - EL CAMINO DE DIOS COMPROMETIDO HASTA LA MUERTE - JESUS SE ENTREGA a una Muerte Redentora. Acusado. Condenado. Ajusticia– do en Jerusalén. Es el lugar del aparente fracaso del Jesús-Hombre y el triunfo de la Resurrección del Jesús-Dios. Se lo cargaron todos los poderes del entorno: los religiosos, los políticos, los económico-sociales. Todos le crucificaron. También nosotros los de todos los tiempos como «cuerpo místico del mal» ... Se le declara a Jesús un marginal religioso, político y social, que «debe morir por el pueblo». Se le niega la dignidad. Y se le crucifica desde la justicia del poder. Y eso a través de todos los tiempos y en todas las «jerusalenes» del mundo. Acercarse a la marginación es ya autocrucificarse. Eso, sí, para la Resurrección. Son estos caminos acercamientos a la realidad. Los que Jesús vivió para «encarnarse», allegarse a nosotros y «habitar entre nosotros». Y son también los caminos de acercarse y convivir con la marginación social. Estos caminos nos dan el encuentro cabal cristiano y el ideal de la Utopía cristiana. La Pascua del Señor. Y nuestra pascua de creyentes. Morir para dar fruto y para vivir. «Vivir de muerte. Morir de vida». Tendría que haberlo dicho San Juan de viejito en Efeso... Los comienzos serán momentos de desconfianza, de inspeccionarse, de reco– nocerse, de encontrar respuesta a algunos «por qués» ... De habituarse a la mutua presencia. De respetarse siempre. Y poco a poco de abrirse a la confianza y a la confidencia. Hay que dar primeros pasos. Hay que hacer camino. No me gusta caer en un»colombofilismo». Pero me echo al camino. Jamás verás tanto cielo en los ojos de Jesús. El es siempre el que va delante. Jamás detrás... Hoy es la fiesta del santo varón Antonio Chevrier. Se planteó, como sacerdote, un interrogante: ¿cómo comunicarse con el pueblo?. Su espiritualidad está levanta– da sobre 3 pilares: el Pesebre, la Cruz y la Eucaristía. Decía: «Pobres y despojados como Jesús en la Cruz, comidos como Jesús en la 11