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Si refuso tercamente saludar su Historia y sus partisanos, su ciencia y sus artesanos, sus banderías y sus cortesanos, no falto a ninguna ocasión de denunciarles, de condenarles; pues no se puede amar la libertad sin odiar las jaulas y sus burdeles... Como en el rey Baltasar, el de la otra Babilonia, han sido pesados y encontrados faltos de peso. La mano de la Historia ha sentenciado la condena: "Mane, Thezel, Phares": contados sus días negros, pesados y hallados de peso faltos, roto su reinado y entregado a otros. La justicia y la libertad están faltas de peso en esta capitalista sociedad, de destinos con rejas, aunque la vida no se hizo para una cárcel. Un mundo inhumano de guarismos, donde todo se reduce a números: la ciencia exacta, la productividad, el censo humano y catastral, la vida, el mercado, la seguridad social, el carnet de identidad y el féretro ... De la mañana a la noche, del nacer al morir... Todo sin rostro, sin historia, todo con control cibernético para el fichero o el Programador... Pero todas las cifras del mundo están igualmente faltas de peso, porque dejan fuera al hombre. Se les ha dado al "César" 193
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