BCCCAP00000000000000000000554

Rehúsa toda adoración idolátrica a ese mundo oficial de dominación despótica, a aquellos que representan, de una manera incluso ínfima, el poder sobre la tierra, el derecho usurpado al dominio sobre otros, al odio y sus tristes cementerios, donde persiste el sufrimiento y sus despojos, donde no existe razón ni fraternos ojos, donde no hay más que el gran motivo: explotación, desde la antigua y primera ley del fuerte, después del séptimo día de la creación, después que Caín cerró el puño contra Abel, después que ese fratricidio se hizo vicio, y éste pasó a costumbre... Todo poder lleva consigo el olor de sus cuarteles, el temor de sus prisiones, el riesgo de sus papeles, y la venganza de sus pasiones... Además las recompensas de sus medallas por sus muertos en batalla, sus explotados, sus desposeídos, sus derribados o enjaulados. Tú, que vivirás más tiempo, que esos atílicos poderes, trabajador, Tú, de quien el nombre resonará sin desdoro ni vergüenza en el eco de los siglos, DA, por fin, la señal de la separación, de la ruptura. Retírate de lo inmundo. Apártate del matadero. Pero no creas que te predico una nueva impasibilidad. No se puede permanecer frío, el corazón ausente y la mirada ajena, en el último piso de una torre de marfil mientras que siguen matando en la escalera y allá abajo en la desolación de la pradera... 192