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mero de sus contrarios, sino que rebatió con las propias armas la posición que se escudaba en el extracto. Continuando el elenco de actitudes, se invierte el cuadro: Que la universidad 110 apmebc el extrccto: Alba, Ramos, Ibáñez. Si decide enviarlo, que vaya sólo a 11ombre de los comisarios, y ¡11111ca en el de la universidad: Bringas, Sampere, Verdugo, Díaz, Pon– te, Jiménez, J. NI. Pérez, Lozano, Encina, Ortiz, Alba, López Alta– muano. Así, el voto de Bringas insistía en que «no le parece con\'enientc se remita por ahora este Informe al Real Con– sejo, no siendo a nombre de los Comisarios que lo han trabajado, hasta que, vista por otros Señores ele la Universidad la impugnación que puedan hacer de él en el término de diez días. la misma Univer;;idad, teniendo presente uno y otro informe, resuelva lo conveniente». El médico Juan Manuel Pérez: ,,Que vaya a nombre de los Comisarios, y protesta se remita a nombre de la Universidad, aunque lo acuerde la mayor parte; y que. si se envía por la Universidad. se envíen los votos particulades: y se elche poner el Villalpando». Que se por texto el rnrso de Víllalpc111do: Alba, Ramos, Díaz, Candamo, Ponte, J. M. Pérez, Encina, Ortiz, Ibtíñez, Rector. Estos diez catedr6ticos enérgicamente para que Salaman- ca la filosofía a la antigua, v Víllalpando a J ac- r¡11ier Pero su cmpefío sucumhilí en bs urnas, abrumado por el voto opuesto. Merece destacarse el tono con que algunos de estos moderni– zadores de la enseñanza filosófica exigían e impulsaban la realización de su deseo. 3. La hora de los aperturistas Los agustinos Alba y Díaz, en consonancia con el espíritu de mayor acogida al pensamiento moderno que caracterizaba a sn escuela, rom– pieron lanzas por mostrarlo en este caso. El primero recomendaba encarecidamente: «Que no se apruebe el papel por la Universidad, y que el Claustro anterior no fue nulo, y que debe ser preferido el P. Villalpando. Que no se ha hecho el cotejo 57