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AQUELLOS TIEMPOS... La cita es del padre Daniel Lord, un norteamericano insigne. En su libro titulado Frente a la rebelión de los jó– venes escribe textualmente así: "La Superiora de un colegio me dijo cierta vez: "Hay algo de lo que estamos orgullosas de veras. Las niñas de nuestro colegio ni fuman, ni beben, ni se pasean en auto con hombres desconocidos, ni pasan los fines de semana sin que sepamos dónde están." Le contesté: Está muy bien, madre. Pero quiero suponer que a sus alumnas no les dice las cosas en esa forma. Ella pareció sorprendida. Sería un gran error-le expliqué--dejarlas pensar que usted colocu en un mismo plano el fumar, el beber, los paseos con desconocidos y los fines de semana sin vigilan– cia alguna. Hasta aquí, el padre Daniel Lord. Es innegable la importancia de saber distinguir. Para enjuiciar rectamente cualquier actitud o problema humano es fundamental saber comprender que se distingue lo bueno de lo malo, lo conveniente de lo perjudicial, la verdad de la mentira, lo tradicional de la comodidad... Tambi.én en la vida hogareña son interesantes y prác– ticas las distinciones. E indudablemente es éste el caminn. a seguir para soslayar más de una entre las dificultades que surgen con relativa frecuencia entre padres e hijos. Verán: ¡Vamos al grano! Es cierto; hace cuarenta años no se vivía como hoy; ¿por qué se iba a vivir? Pero sucede

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