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EQUILIBRIO DIFICIL Una vez más, nuestra charla es para padres. Bien estará dedicarles un poco de atención, pues que los pobres tienen demasiado complicada la vida. Echarles una mano, tratar de vivir y pensar con ellos, es siempre una obra de caridad. Vamos, pues, a hacerlo. Y nuestro indicador para el viaje de hoy señala: "equi~ librio difícil". Pero el título orienta poco. Seamos, por con– siguiente, galantes y aclaremos desde el principio de qué se trata. He aquí un epígrafe suficientemente revelador: "equi– librio difícil en la educación religiosa de los hijos". Un tema sugerente; dificil. Pero vamos ya al quite. No es fácil, claro. En cualquier orden de cosas mantener un justo término medio es expuesto. Y sobre todo proble-– mático. Porque no sabemos dónde termina un extremo y comienza otro. El ecuador en los atlas se divisa bien, pero pisando sobre la geografía africana no se da con él tan fácilmente. Es verdad. Dar con el término medio, ser equilibrado, es particularmente difícil. Piense usted, por ejemplo, en cosas que ha oído o visto. Se dice de una mujer: "¡Qué simpática es!" Y en seguid::,, hay alguien que corrige: "Pues para mí es bastante anti– pática." O también: "¡Qué persona más equilibrada!" E in~ mediatamente la réplica: "Pues si lo es, lo oculta con mucho cuidado." Y es que en esto de la ecuanimidad entra, en un buen porcentaje, y como factor decisivo, la propia apreciación.