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tas notas son leves. no olJligan a un laborioso trabajo mental, por eso es– tos ensayos. amigo lector, son super– ficiales. Aquí, en las páginas ele este libro, se araña la superficie, se levanta la costra. La labor de adentrarse, herida adelante, es ya qu ehacer personal y sosegado. Y ¡:,or ser así - personal y sosegado- , nadie puede suplirnos en esa escabrosa aventura. Es también por eso por lo que en este libro im– personal sólo se ha querido tocar, con un cierto desenfado, la periferia de las cosas, de cosas que ciertamente se proyectan hacia la eternidad. "Sucedió en la tierra", es un libro de ensayos. Esto quiere decir, entre otras cosas, que se tocan temas. Tam– bién que, por principio se rehuye el dogmatismo, la definición definitiva y última. Dos cosas que parecen encie– rran suma importancia. Porque, ¿cuán– tos son los dogmas en lo humano y en lo sobrenatural? Pocos, p-oquisimos. Por consiguiente dejemos al hombre que dis– curra, que corra tras la verdad. Y no digamos, demasiado pronto, que lo que nosotros vemos es la verdad. Porque, quién sabe? ¡ Es tan complejo eso ele la "verdad" ! Por éso este libro no de– fine tajantemente: hace, con temor y temblor, ensayos sobre las cosas. Ahora, que sabe por qué y para qué se escribió "Sucedió en la tierra", us– ted opinará hasta dónde es cierto lo que en él se dice.