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TELEVISION Para comenzar, les recuerdo a ustedes, amigos que me leen, unas palabras del semanario italiano Osservatore della Domenica: "Hace ya cuatro años que el capuchino padre Mariano de Turín se dirige todas las semanas a los telespectadores de la televisión italiana. Apareció por primera vez su simpática figura el día 2 de octubre de 1955; día tras día glosa su charla con especial gracejo y amenidad, hasta conseguir catalogarse como uno de los principales personajes del difícil arte de televisar. Versa su charla sobre los mil pequeños y graves problemas que presenta nuestra cotidiana vida familiar. La iniciativa del padre Mariano debe considerarse sin duda como una de las más eficaces, llevadas a cabo en e1'tos últimos años en Italia; si no por otra causa, porque la televisión es, hoy por hoy, el vehículo más eficiente de comunicación de ideas, atendiendo a que son más de diez millones los aparatos de televisión reconocidos legalmente en sólo la península italiana. Estamos convencidos de que mantener la atención ante la.' cámaras de televisión constituye una de las artes más difíciles, como lo estamos palpando en tantas figuras, como aparecen en un momento deslumbrantes, para gastarse al poco tiempo y caer en el olvido; muy contados son los trans-