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el pecho de vizcainos y vizcainas. -Esperanchón, niñita huérfana de Negubide, ya tienes madre y muchas estrellas allá arriba, y puedes alcanzar alguna para por la noche, con tus deditos, fáciles a ser cogidos por la entreabierta puerta del cielo donde se fué mamachu. Jugad con ella, si queréis, Antón y Monchi, felices colegial y colegiala en una costa y un jardín donde se corre, se labora y reza, y creced como las dalias entre las cuales, con rojizos ojos, «Black» refunfuña y caprichoso ladra. DESTERRADOS 6 ¡ Dios te salve, Virgen de mi nombre amado Begoña, Estrella de cielo y mar, quieta en el aire! ¡ Dios te salve, ama, perla, Márgari de Begoña, a Ti llamamos, los desterrados y descielados, igual en los presentimientos del dolor que en las alegrías a punto de venir; en los adioses y en las bienvenidas que aquí, bajo las sombras familiares del Pagasarri y del Ganecogorta, _,. 81 -