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mundo. Hay emoción en los muelles entre la gente hispana de Nueva Orleans y de España y Latinoamérica. A bordo se cumple el rito que comen– zó en Cádiz, con la invocación; con los marinos trepados a los más alto del trinquete: «Larga trinquete en nombre de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Tres Personas y un solo Dios verdadero, que sea con nosotros y nos guarde, que acompañe y nos dé buen viaje a salvamento y nos lleve y vuelva a nuestras casas». Se sueltan las estachas y se despliegan el trinquete, el juanete y los velachos. La emoción contagia a todos. El buque se separa lenta y ma– jestuosamente del muelle. Su aparejo de veinte velas, con una superficie total de 2.467 metros, sus cuatro palos, de nombres de los anteriores buques-escuela: Blanca, el trin– quete; Almansa, el mayor proel; Asturias, el mayor pope!; Nautilus, el mesana, se perfilan tembolorosos, teniendo al fondo la fachada y las tres torres, cercanas todavía, de la Basílica de San Luis, la Catedral de Nueva Orleans, criolla, nativa, franco-hispana, confederada y de la Unión, entre árboles, farolas y el reloj de Nueva Orleans. Fue fundada en 1718, solo veinte años después de haberse celebrado la primera misa en el área. REFLEXIONES También las estadísticas pueden manifestarse imprevistas y un tanto extrañas, en concreto sobre el tema, no muy desentrañado, sobre religión y sexo. Puede rozar en algunos casos lo pintoresco. El Doctor Paul Camerón, sicólogo de la Universidad de Louisville, en una encuesta realizada con 3.416 personas de cinco ciudades de varios estados, llegó a la conclusión de que la mayoría de la gente piensa acerca de la religión dos veces más que sobre el sexo. El doctor preguntó a cada uno qué es lo que estaba pensando en los anteriores cinco minutos a la entrevista. Esto fue lo que obtuvo: Jóvenes adultos, entre 18 y 25 años, piensan acerca del sexo por lo menos una vez en cada período de diez minutos; de mediana edad, por lo menos cada tres minutos, y personas sobre los 65 una vez cada hora. Los jóvenes piensan en religión una vez cada 25 minutos; me– diana edad, una vez cada quince y gente sobre los 65 una vez cada diez minutos. Camerón dijo que el estudio falló en la verificación de la idea general de que «los jóvenes de este tiempo están pensando más acerca del mundo y sus problemas sociales de lo que lo hacen o lo hicieron sus padres». 725

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