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«the original spirit of agronomy». Agronomía en españ.ol , según la Acade– mia, es el «conjunto de conocimientos aplicables al cultivo de la tierra, derivados de las ciencias exactas, físicas y matemáticas». Mientras el Webster americano, hace referencia concreta «al mantenimiento de la tierra de la granja». En consecuencia lo primordial de este espíritu de agricultura a agronomía es la granja: cortijo, dehesa, huerta, hacienda. Este espíritu, dice el comentador Eric Sloane, no volverá ya a los Estados Unidos mientras en el «Park Avenue» no vuelvan a crecer patatas, como ocurría en 1700. Pero el espíritu en sí es algo que no puede morir. La reverencia y culto a la tierra es parte de la herencia y patrimonio americano porque es parte de sus hombres y mujeres. Lo decía en 1958 Eisenhower: Hemos progresado desde un sistema económico de granja aislada hasta un mundo de economía industrial. Esa aislada economía de granja fue algo más que una economía: era nuestra forma de vida, una filosofía nacional y personal. Al progresar el individuo no se ha convertido en otra persona, nación diferente. Si los pioneros retornaran hoy, se impresionarían ciertamente por las maravillas del cambio científico; pero también les preocuparía que esta nación única no era la misma. Solía decir Jefferson que «Los que trabajan la tierra son gentes de Dios». Y Washington: La labranza fue el primer empleo y el más honorable: farming: llevar una granja, granjear es un quehacer divino. Desde hace tiempo la granja se ha convertido de un asunto personal familiar en un negocio o empresa. ¿Será esa la razón de por qué en Esatados Unidos, el de hoy, los senadores parecen granjeros, y los granjeros o al– deanos, senadores? Se notan los signos de los tiempos en las nuevas juventudes. Ahora las juventudes, recién vultas de otra guerra inútil e innecesaria -la del Vietnam, la otra según el comentarista Sloane fue la Guerra Civil– o quizá la Hispano-América de Cuba- esa juventud demasiado desilu– sionada -afios sesenta y setenta- para volverse atrás a la tierra original, vuelven al menos a su ficción, fantasía, campesinismo de ficción y hasta a la ascética moral y religiosa en casos, ya que no pueden hacer lo que hacía la América primitiva. Por desgracia, es un pequeño movimiento. La granja no fue nunca ni el eremitismo, ni la comuna. Es solo una gran empresa de 664

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