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Lo cual es idea válida y brillante, digna de reflexión: «Hemos experimentado en Vietnam la sensación de límite, de caída, desfallecimiento y las ironías de la historia, algo para lo cual la Cristiandad no preparó a los religionistas americanos.». Otras dos interpretaciones del alma hebrea yanqui: El judío americano se ha preocupado más del espacio que del tiempo. Los judíos americanos son más americanos y judíos que los yanquis de USA y que los hebreos de Israel y la Diáspora. El lema del judío Stuyvesant avisó a los Judíos de New Amster– dam -N. York-- «construid casas lo más cerca posible» entre sí. Era el gheto impuesto o elegido: se colocan «aparte», rodeados de espacioes repletos de no judíos, muchos de ellos hostiles. Pero esto les imponía el gheto. Prefirieron siempre en sus últimas dispersiones América a Europa. El poeta germano judío Ludwig Kemper escribió: Es América hacia donde tira nuestro anhelo. Nadie nos ayuda; no podemos estar seguros. Buscad el socorro lejos, en América. Los judíos han querido arrastrar este riesgo en América: exponerse al ethos cristiano de USA y estaban preparados. Quizá incluyeran ese «riesgo» por lo que el Jewish Justice Louis Brandes fue capaz de formular: «Los ideales del siglo XX de América han sido los ideales del Judío por más de veinte centurias». Cuando el Sionismo atrajo las simpatías del Judío Americano, con aparente menor lealtad a «Jerusalem» o Israel, no comprometió el atractivo y la adhesión sencilla por América. Pocos emigraron (a Israel). Podía bastar un vago sistema espiritual. El antisemitismo quedó como fuerza potente, y el judío permaneció rendido por ideas ajenas. Después de la II Guerra Mundial el movimiento hacia el suburbio -a zonas residenciales- significa el fin del gheto y el crecimiento del intermarriage con la consecuencia del nexo de la asimilación. Pero el viejo sentido del gheto de aislarse, dirigido para pro– teger o rescatar a los judíos del ambiente, se sustituyó o suplantó por un judaísmo expuesto, abierto, codo con codo, al lado de los cristianos y otros americanos en la transformación de un ámbito que ellos podrían afirmar y establecer. 651