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Pablo: Dios me vino al encuentro en el camino de Damasco. Yo me instalaría desde entonces en la luz eterna, viva de los cielos para siempre no importa lo que luego me sucedió a mí en la tierra. JESUS SONRIENTE: CRISTO MESIAS TOTAL 624 A cada sonrisa responde apedreamiento por todas partes. ¿Es un truco? ¿Hay oportunidad y dolor en ella? ¿Hay ligereza, frivolidad? Cuando yo río ¿qué es lo que guarda el balance, la armonía el equilibrio? ¿El ocaso quizá, la puesta del sol? También las hojas y los animales y el canto de las aves se sentirían molestos e inarmoniosos si el ocaso no fuera tan glorioso a esa hora del día. Pero él podrá significar: «Dejadme manifestaros algo nuevo». Mi Padre me dio la sonrisa entre insectos y flores. Los hombres hablan de mí como de un varón de penas y dolor. Pero es que no alcanzan el otro lado de Dios y nuestro. Yo estuve entre vosotros. El sufrimiento y el terror estuvieron balanceados por una buena dosis de esfuerzo, que nadie creyó sino Dios: por un gran gesto y vigoroso ritmo de fino y santo divertimento que se velaba como encanto divino, divertido: humor celeste. Sonrisa. (Libro «Imagen de Dios.»)