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encantos paradisíacos de su geografía; sus tesoros de sangre, de ambiciones europeas y de marinería pasadas; y los actuales intereses de turismo, folclore y pluralismo de razas, buenos estilos confluentes de vivir, siguen manteniendo el espíritu de empresa y aventura, a la vez que impulsan a un futuro inmediato en equilibrio. Sin embargo, no nos referimos principalmente a una nueva misión de España. Sino a que lo hispano, anónimo, y ya criollo y sustancial brota espontáneamente de la esencia americana; y que España no falte en esta em– presa, también desinteresada y anónima, que coincida y colabore en este hispanismo caribe donde concurren y se interfieren continentes. El poeta argentino Ricardo Molinari se lamenta de que el problema latinoamericano es la falta de intercomunicación, la cual se manifiesta tam– bién en la escasa penetración entre las literaturas de los diversos países hispanos y entre sus creadores de arte. Este juicio alcanza a toda el área americana entre ambos océanos y polos. Con respecto a Estados Unidos, el Centro de Relaciones Interamericanas, de Nueva informa que las publicaciones sobre literatura latinoamericana está experimentando un esperanzador crecimiento. Con España la intercomunicación obviamente no es tan generosa, aunque la intelectualidad, la docencia y la investigación de inmediatos españoles están dejándose impregnar de ese americanismo que se revierte siempre en un cierto ecumenismo hispano razonador y sereno, y que se parece, en cuanto cabe, a un estado de gracia católico. Al fin y al cabo, es de lo más español y latino sentir los mares, el sol, las formas móviles y el amor divino. Es estimulante comprobar que sobre el anillo de las Antillas grandes y pequeñas, flotan el catolicismo coloreado de cristianismos holandeses y británicos y de arcoiris de color, magia y ritos antiguos y de moda. A lo me- todo ello es del que Bárbara Howes su «Carta desde el Caribe», donde «las brisas tropicales aire y luces abren un rompiente en la ar– quitectura de su cielo, y la lluvia súbita apasiona a las islas, y las ramas de las palmeras y cocoteros se curvan y sacuden como penachos y cabelleras. Sobre el despojo de formas, sombras y fulgores que ha dejado la salvaje alegría del huracán arbóreo, llega el triunfo de otro aire para refrescarnos y salvarnos. Y celosías vegetales y músicas desvelan el rincón del alma donde hay un león dócil.» ESPAÑA SUMERGIDA: UN GALEON PARA USA Parte del legado español para la América actual del Norte yace en el fondo de los mares del Pacífico, del Golfo y del Caribe, y va emergiendo como museo, casa y capilla de los antepasados. De vez en cuando los yan- 552
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