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-Algo tienen que hacer los curas para vivir. Al fin y al cabo, tú vives con el «Bustelo» o con «Estrella»; aquí el amigo, de sus jerseis «tortuga»; y yo, de mis muestrarios de cepillos de dientes. Ellos tienen «esas cosas». No lo veo mal. Interviene ahora la señora joven: -Pues yo tengo ventisiete años y ni me he confesado ni me con– fesaré. No creo en ellos, los curas. Yo solo creo en «los santos». Lo ha dicho con un garbo muy criollo y a la vez muy gallego cuyos antecedentes más o menos remotos están en Lugo o Pontevedra. Ella lleva una bonita medalla de una Virgen muy querida y una cruz preciosa. El señor que entregó el anuncio, probablemente un cursillista de alguna parro– quia latina, sonríe normalmente y se va. Segunda. Roma. Un auditorio, estilo renacimiento. Se celebra un sim– posio entre teólogos protestantes, católicos y judíos, patrocinados por el «Secretariado Vaticano para los No-creyentes y Ateos», y por la Univer– sidad de Berkeley de California. He aquí algunas proposiciones que se hacen: -En este tiempo de transición que vivimos, las formas institu– cionales de la religión tienden a desaparecer ... La escueta distin– ción entre «creyente» y «no creyente» va careciendo de sentido ... El ateo, como personaje social, está desapareciendo ... Las iglesias podrán subsistir dedicándose a articular las creencias subjetivas de sus fieles y a obras de beneficencia y sociales ... Se tiende a dos tipos de religión: la de las personas que tienen su sistema privado acerca de los últimos valores y les place con– tinuar en una iglesia establecida; y la de otras personas que, tras haber dudado o negado, llegan a un sistema vigente en una igle– sia determinada... Vivimos en tiempos en que mucha gente se vuelve a la astrología, a diversas ideas y prácticas afines a lo espiritual, a diferentes formas de drogas y hasta a conductas se– xuales en busca de lo trascendente ... Hasta en los «hippies» -según el teólogo Danielou - se encuentran sentimientos con– tra la secularización actual y se busca algo trascendente a su manera ateística». Tercera. De nuevo Miami. Cualquier iglesia católica. Estos días, oleadas de gente que se acercan al confesionario y al comulgatorio. Las tien– das hacen su agosto con los estrenos de «Eastern. Los teólogos, pensadores y pulsadores de la opinión pública, también aquí, organizan convenciones, congresos y «paneles» sobre Dios y la Fe. Los dueños de los cafés siguen vendiendo -regalando- café cubano a pocos centavos. 535