BCCCAP00000000000000000000550
Otro aliado invencible de la juventud de entonces y de cada hora, es el «mensaje» de los medios. Por su naturaleza este mensaje es revolucionario y transformante. El mensaje por sí mismo tiene que estar al día. Ser joven, y andar al paso de los jóvenes de cuerpo, imaginación y mente. Y por con– siguiente también testificar y acaso promover las tácticas y virajes de esa juventud, y prestar la máxima atención a los movimientos juveniles de origen y en los centros universitarios, tanto de profesores como de alumnos, aunque sin excluir de los universitario el sentido común de gentes comunes o carismáticas que no faltan en ninguna sociedad. He aqui hacia dónde viraron los jóvenes, hippies y protestarios de los tiempos del Vietnam y derechos civiles. Los jóvenes universitarios se dedicaron a estudiar estrategia polltica para conquistar defensores de paz en ambos partidos, en vez de contentarse con manifestaciones públicas, peregrinaciones, biblias y cirios, cerdos sangrantes y ataúdes. Se decidieron por la acción política, que en tantos casos les estaba vedada. Había gober– nantes que eludían las cuestiones con la vieja regla del servicio secreto británico: «No expliques, no te quejes ni excuses jamás». Los jóvenes com– prendieron que hay diferencia entre manifestaciones políticas y organización politica. Muchos se decidieron por ésta, aunque el instinto juvenil es precisamente la objección a Jo establecido, jerarquizado y en– casillado. Pero había que ser hasta maquiavélicos e insertarse en la organización y proceder con diplomacia y guante blanco. Uno de ellos com– entaba: «El manifestarse sin organización es como el besar a la chica y salir corriendo para la casa: una experiencia agradable sin conse– cuencias duraderas». Incluso llegaban a abandonar las clases en período electoral para traba– jar por sus candidatos. Lo mismo hacián algunos profesores. Las arengas, las sentadas, las plegarias, los desfiles a lo tragedia griega, las músicas sociales y ecológicas podrían dejar impasibles a los candidatos, pero la labor electoral resultaba sensibilizadora. ¿EN QUE CREEN LOS JOVENES? Estos jóvenes que fueron y son motejados por sus libertades sexuales, uso de drogas, extremismo político, extravagancia en ideas y atuendo y por su irrespeto a lo tradicional y formalístico, no son, por de pronto, todos los jóvenes, y, por otra parte, están los muchísimos que tienen sus fes, predilec– ciones y confianza en ciertos valores. He aquí unas cuantas cosas en las que declaran creer y fiarse, según un estudio de G. E. Willwol: 1- En los valores cristianos evangélicos «al pie de la letra». 496
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz