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perro amigo de los niños que le recuerden, con sus palabras y su presencia respectivamente: Hay que dejar algo para los trick-or-treathers. He aquí la moraleja. Chesterton aceptaba fácilmente las brujas y afir– maba en cuanto a las Hadas que «hasta ahora nadie ha probado que no existen las hadas». En ocasiones esta verdad es evidente en Estados Unidos. DIA DE ACCJON DE GRACIAS Acostumbra el Jefe de la nación de los Estados Unidos proclamar cada año el Día de Acción de Gracias. En el 1978, el Presidente Jimmy Carter cumplió con este rito de la siguiente manera: Desde 1621, el pueblo de esta nación se reúne cada año para celebrar festivamente su buena fortuna en su capacidad continua de proveer a sus familiares y amigos. En este Día de Acción de Gracias, afirmamos nuestra fe en nuestro patrimonio de libertad y espíritu de participación. En el espíritu de la Acción de Gracias, los americanos reconocemos humildemente cuán afortunados somos por ser fuertes, como individuos y como nación. Es esa fortaleza la que nos permite desplegar nuestra compasión -generosidad- hacia aquellos que por todo el mundo confrontan dificultades, como nuestros primeros padres antepasados, beneficiarios de la tierra americana, fueron capaces de superar. Mientras la Providencia ha dotado a los americanos de una tierra fértil, de colmadas cosechas, otras naciones y pueblos no han sido tan favorecidos. Cada año, acrecentándose nuestra provisión de alimentos nos ofrece más motivos para dar gracias, mientras en las seis partes del mundo, uno de cada seis personas padece hambre y desnutrición. Hace doscientos años el Con– greso Continental asignó un día de gracias y pidió la liberación de la guerra. Este año observemos la Acción de Gracias en espíritu de paz y de participación, declarando el día de Acción de Gracias, día en el que el pueblo americano reparte su abundan– cia con los hambrientos de otras tierras. Así, pues, yo, Jimmy Carter, Presidente de los Estados Unidos de América, en conformidad con la Sección 6103 del Título 5 del Código de los Estados Unidos, proclamo el Jueves, 23 de noviembre de 1978, como Día de Acción de Gracias. Yo requiero a los Gobernadores, Alcaldes y demás funcioarios locales, extender la observancia de la Acción de Gracias, que in– cluye la práctica de la gratitud plena en su celebración, invitando 267