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ciendo a su patria, que hacía la guerra para mantener la paz. Con voz ronca y casi ininteligible, gritaba a millones de espectadores: Después de ocho años de prisión, estamos orgullosos de haber tenido la oportunidad de servir a nuestro Comandante en Jefe, a nuestro país en circunstancias difíciles. Estamos profundamente agradecidos a nuestro Comandante en Jefe -Nixon- y a nuestra nación por este día -el del regreso y recibimiento– ¡Dios bendiga a América! El retorno de los POWS, -pns1oneros de guerra- constituyó un acontecimiento emotivo, una beneficiosa lección y desde luego la llegada de una paz sin turbulencias atronadoras. La pesadilla había cesado, pero no sin sus consecuencias. Una de ellas era como un cierto rubor de haber escan– dalizado a «naciones e ideologías». En un servicio ecuménico de acción de gracias, en el Adath Israel Tem– ple en Louisville, Ky., el arzobispo Thomas J. McDonough, terminó su alocución principal con la apelación: Unidos con los pueblos de todo el mundo, hemos de ponernos en pie y gritar para que todo el mundo lo oiga: ¡Guerra, no! ¡Jamás guerra! ¡Por favor, oh Dios, nunca jamás! AUGURIOS DE DEPRESION: FANTASMAS DE IDA Y VUELTA No deja de ser significativo el hecho de que en Estados Unidos se esté queriendo ver un cierto paralelismo entre lo que su historia llama la Gran Depresión del 29 y la reciente contingencia, cúmulo de actitudes y de sucesos que constituye esta época post-Vietnam y Post-Camboya, exacer– bada de nuevo en la crisis energética del 73, y los engallamientos teatrales y equilibristas de USA y la URSS. Esa significación adrede percibida como similar y paralela, fue objeto de otras versiones por parte del Presidente Nixon. Pero de ellas recogemos las de cierto carácter moral, que desde el principio de su mandato quiso imprimir a su gestión, dando a sus idealismo y a sus programas una positiva tendencia hacia la Ley y el Orden, con vistas a la ya próxima celebración del segundo Centenario de la Independencia (1776) a cuyo acontecimiento habría querido acceder con perspectiva y futurismos de líder para la historia. En primer lugar, siempre según las intenciones del Presidente: Esta paz ha puesto de manifiesto ante amigos y enemigos, que el poderío americano es eficiente. A nuestros aliados, muy atentos a nuestras decisiones en Vietnam, les han complacido nuestros 247