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12 HACIA EL TRICENTENARIO La gentil y discreta «early America» -La verdadera campana de la liber– tad: la Biblia -«¡Dejadme vivir!» -Fénix sin cenizas -Delicado síntoma de áspera crisis -La bendición del dinero -La búsqueda del yanqui ge– nuino: la autodependencia. LA GENTIL Y DISCRETA «EARL Y AMERICA ,, Como preludio del «espíritu» del 76, en el año de 1974, tuvo lugar en la ciudad de San Francisco, California, una exposición, peregrinante por diversos estados. Su tema era «The Flowering of American Folk Art», «El florecimiento del arte folclórico americano». Se limitaba en tiempo a la primera mitad de USA independiente y se refería sobre todo a la pintura. Se buscó que las obras fueran de aficionados, semiprofesionales y artesanos, sin apenas aprendizaje académico. Fiados en sus habilidades, estos «primitivos» desarrollaron un estilo lleno de encanto, que atraía al sensible público de San Francisco. Al cultivar un sentido sutil de distinción y familiaridad a la vez, habían creado obras artísticas, indicadoras de querencias estéticas, pero tan valedera; como las de los artistas profesionales de Estados Unidos. La ponderación colectiva de sus gentes ha disfrutado y sigue exhibiendo el gozo ingenuo -en aparen– cia- y el natural desparpajo para exaltar lo incipiente, lo natural, lo espontáneo y el salto sobre las etiquetas. Con frecuencia reserva delicadezas para sus animales, sus ceremonias de sociedad y colegio, sus partidas, sus elecciones y sus asambleas, incluidas las religiosas. La bella timidez puritana fluía de escenas, paisajes y marcos. Había una sección dedicada a las artes de la «Pennsylvania Dutch», «Pensilvania Holandesa» en la que podía comprobarse la tradición de «los interiores», de las fiestas campestres, y de los retratos agradecidos. Los americanos de esta ex– posición añadieron su frescura y discreto decoro. Calidades que apuntan, por ejemplo, en el retrato de los «Excelent Georg Waschindon and Ledy Waschindon» (Con esta grafía). 227