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8 SUEÑO AMERICANO Sueños y paradojas norteamericanos -El futuro es antes en USA -El espíritu de Nixon -Lo que ha de creer el Presidente -Democracia carismática SUEÑOS Y PARADOJAS NORTEAMERICANOS Parece que estemos siempre en un estado de extrema agitación física y mental. Somos capaces de creer que nuestro gobierno es débil, estúpido, excesivamente tolerante, corrupto e ineficaz, pero al mismo tiemop estamos profundamente convencidos de que es el mejor del mundo, y nos gustaría imponerlo a los demás países. Hablamos del «modo de vida americano» como si estuviera formado por celestiales normas de conducta. Derriba– mos y pisoteamos a aquellos amigos, parientes y desconocidos que obstaculizan nuestro avance hacia el saquito de oro. Cuando lo alcanzamos, gastamos su contenido en los consultorios de psi– coanalistas para que descubran la causa de nuestra insatisfac– ción, y, por último,-si es que todavía nos queda oro-lo devolvemos a la nación, en forma de fundaciones benéficas y de todo laya. Es el novelista Steinbeck quien así pinta a sus conciudadanos. Y con– cluye: «Parece que los americanos vivan, respiren y actúen en constante paradoja.» En lo cual coinciden con todos los humanos, aunque, por otra singularidad suya, la de su boga en el momento actual, ellos personifican con más relieve esta constante de simultanear sueños, contradicciones y mitos. El primer contacto con los Estados Unidos de Norteamérica levanta un cierto asombro, que bien puede convertirse inmediatamente en repulsa, pero en general, es admiración sincera. Esta deriva hacia la estima, el leal aprecio y el afecto. Acaso el asombro va disminuyendo, mientras el afecto 143