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sobrenatural y con los mismos medios que los seglares. Se nota además que el clero secular y el regular obran más de acuerdo, más a la vez, y coincidiendo en aceptar todos los medios. Esto es debido, en parte bien apreciable, a que la Jerarquía eclesiástica lleva las riendas en ab– soluto de toda la proyección pública del catolicismo, como una gigantesca empresa que cada día crece más, como un buen negocio de este mundo, pero que a la vez es sobre todas las cosas una empresa de Dios con sus hom– bres. Cierto que, como se precian los americanos, según la conocida broma, Estados Unidos tiene dos poderosas organizaciones, la General Motors y la Iglesia Católica Romana. Cada una a su manera entienden y extienden el Reino de Dios. Y las americanas saben mucho más de lo que se piensa de los imperios del dinero y de razones sobrenaturales. DIVAGACION DE TRENES Los trenes en Estados Unidos tienen mala fama. Hasta pueden ser im– puntuales. Los nombres de los trenes de Nueva York a Washington son un resumen de la historia y de la democracia americana. Los trenes se llaman: The Edison, The Potomac, The Legislator, The Colonial, The Midday Con– gressional, The Embassy, The Mount Vermon, The Representative, The Patriot, The Afternoon Congressional, The Evening Keystone, The Presi– dent, The Federal. Lucen los habituales atractivos de la propaganda: «Procure Ud. evitar la impresión de viajar. Cuando Ud. se decide a viajar en el Pennsylvania, sus vacaciones comienzan en el mismo momento de subirse al tren!» En el coche restaurant hay de todo a todas horas, aunque no sea hora de comer. «¿Qué es lo que le apetece a Ud.? ¿Una bebida caliente o fría? ... ¿un sandwich? ... ¿queso, galletas, ensaladas que Ud mismo puede confec– cionarse? ... ¿helados? Si Ud se siente tentado, ¿por qué no se levanta ahora mismo y se va al restaurant?» Las atracciones prosiguen: Ud. puede comprar como recuerdo toda clase de vasos con magníficas alusiones ferroviarias a locomotoras, puen– tas, plataformas de la Compañía, al fondo de los cuales se ven iglesias, granjas y edificios y paisajes. Con figuraciones parecidas puede Ud. tam– bién llevar como recuerdo toda clase de juegos de naipes, bridge, pinacle y pocker. «Ud. debe poner un detalle en este su viaje adquiriendo toda nuestrn colección de señales de tráfico en las vías del ferrocarril, todas auténticas, en plástico, de brillante color amarillo y que le servirán además para poner interés lleno de emoción en las mezclas de bebidas que haga en su hogar y entre sus amigos.» Los placeres anunciados en este viaje del Pennsy llegan a su apogeo, si Ud. viaja con niños. «En tal caso, llama Ud. al camarero y pídale-completamente gratis-uno de nuestros «Menús-recuerdo para 141