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DOMINGO PRIMERO CENTINELAS DE LA VIDA LECTURAS: ISAIAS, 63,16b-17;64 1, 3b-8 1 .ª CORINTIOS, 1,3-9 MARCOS 13,33-37 Hoy comienza el nuevo leccionario y, por tanto, una nueva lectura del Evangelio. En él Cristo nos cuenta una breve parábola, que por esta razón quiero transcribir íntegramente aquí: "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Mirad, vigilad; pues no sabéis cuándo es el tiempo. Es igual que un hombre que fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encar– gando al portero que velara. V ela<l entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atarde– cer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amane– cer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!". Cristo contó este evangelio, no para sobresaltar a nadie, para quitarle el sueño, sino para avisar a todos. No es que tengamos que vivir la vida sobre alfileres. Pero sí tenemos que ser como centinelas que vigilan en la noche de la vida ese radiante amanecer de la eternidad gloriosa. Lo que importa es, pues, estar siem- 7