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Cu::mdo llegaron al Jordán y Jesús entró dentro del río los cielos se ras¡raron v descendió el Es1Jíritu, ' ....._, ., y la voz de Dios dijo: "Este es mi Hijo muy amado, mi pre:::lilecto". Juan comprendió que el ~1e~fas, al que estaba anunciando, había llegado. Los demás, ¿,oyeron la voz? Quizá no. Porque la voz de Dios la oyen únicamente los que están muy atentos a su llamada. Los ruidos de las mil menudencias de la tierra impiden escuchar esa voz que cae del cielo. Para nosotros, el Bautismo de Cristo tiene tam– bién un mensaje. ¿,Por qué Cristo se bautizó? Una liturgia oriental resume la fiesta de hoy maravillosa– mente, en esta oración: "Hoy inclina el Señor la cabe– za ante la mano del precursor; hoy lo bautiza Juan en las ondas del Jordán; hoy oculta el Sefior en el agua las culpas de los hombres; hoy es atestiguado desde lo alto como Hijo amado ele Dios; hoy santifica el Sefíor la naturaleza del agua. Se inmerge en la corrien– te del Jordán no para purificarse a sí mismo, sino para preparar nuestra regeneración". El Bautismo de Cristo es como una prolongación ele su Encarnación. Por eso se celebra actualmente a continuación de la Navidad. Vino para someterse a la voluntad del Padre, para llevar a cabo la obra de la salvación de los hombres, para ser d se:·,·iclar y s:1.!– vador de los hombres. Y da testimonio público -ante cielo y tierra - <le todo esto en el bautismo. Y nosotros, ¿,por qué nos bautizamos? Sencilla– mente, para seguir a Cristo. Porque si queremos ser 42

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