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DOMINGO TREINTA Y DOS AMOR Y DINERO LECTURAS: 1. 0 REYES, 17, 10-16 HEBREOS, 9, 24-28 MARCOS, 12, 38-44 JESUS, Dios y hombre verdadero -¡todo un hombre!- se sienta entre los hombres al nivel del suelo y justo enfrente de algo tan vulgar, tan humano y tan antiguo como el cepillo del templo. Los ricos echaban su dinero estrepitosamente y en cantidad, pero la que mús echó fue una pobre viuda, c1ue dio sus dos reales. ¡Los dos reales que tenía para vivir! Así se lo hizo ob– servar Jesús a sus discípulos. - Actualmente está a nivel de calle y de co– mentario fácil y ligero -no siempre bien intenciona– do-, el tema de la sustentación del clero. Algunos le dan una trascendencia que no tiene y piensan que ha de mantenerse la orientación del actual Concordato de la Iglesia y el Estado español, precisamente por eso mismo de la necesidad que el clero tiene de la tan comentada paga del Estado. No se han parado a refle– xionar seriamente sobre la misma, pues, de lo contrario, quedarían sorprendidos de que lo que el Estado paga a un sacerdote -descuentos aparte- no llega a las cuatro mil pesetas al mes. Y hay miles de sacerdotes en España que no perciben absolutamente nada del Estado. ¿Cómo se sustentan? Gracias a la aportación de los fieles. 203