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DOMINGO QUINCE ¿LA IGLESIA DE LOS POBRES? LECTURAS: AMOS 7, 12-15 EFESIOS 1, 3-14 MARCOS 6, 7-13 El Evangelio es una paradoja. Esta paradoja del Evangelio se acentúa en algunos pasajes; por ejemplo, en el de hoy Cristo manda a sus Apóstoles, como re– presentantes suyos, a predicar su Reino y los manda sin nada. Con lo imprescindihle. Cualquier mediano organizador afirmaría que eso no puede marchar. Para los protagonistas de la sociedad de bienes de consumo eso sigue siendo incomprensible. Y Cristo -más para– dójico aún - les indica que aquellos a quienes van a evangelizar son los que tienen que sustentarles. Es el colmo ele la ironía, si no lo fuera de la confianza. Puestos así, todo el mundo podría juzgar que las cosas no resultarían. Pero la cosa resultó y el Evangelio de hoy nos testifica que el demonio era vencido y los enfermos curados y las gentes se convertían. Y el Evan– gelio del próximo domingo nos contará la alegría de los Apóstoles después ele esta misión. Nosotros, desde la atalaya de veinte siglos de cris– tianismo, vemos con alegría a la Iglesia establecida, prácticamente, en todo el mundo. Siempre perseguida, pero siempre triunfante. A pesar de la persecución, de la pobreza, ele la renuncia a tantas zonas de influencia 149