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DO:\HNGO SEGUNDO ¿EL PATRONO DE LOS "HIPPIES"? LECTURAS: ISAIAS 40, 1-5, 9-11 2.ª S. PEDRO 3, 8-14 MARCOS, 1, 1-8 Entré en aquel departamento del tren para el cual me habían dado la reserva, con mi porte clerical incon– fundible, co:no si fuese un oriental rey del silencio. La conversación quedó yugulada. Me dolió por dentro, porque uno no quiere ser un aguafiestas, sino un sem– brador de alegría, de auténtica alegría cristiana. Por ello traté de establecer conversación: - "Buenas tar– des". - "Buenas"; adiviné los pensamientos que había detrás de aquella palabra. Después de no sé cuántos minutos o kilómetros logramos entablar un diálogo. A aquellos jóvenes -chicos y chicas- a los cuales les había estropeado, sin pretenderlo, su plan ele viaje, les había surgido un plan inesperado: el de tener un sacer– dote al alcance de los labios para bombardearle sobre todo lo divino y humano. Un melenudo -excelente muehacho sin duda - me preguntó, entre otras cosas: "¿No le parece que nuestro patrono debiera de ser San Juan Bautista? El fue melenudo como nosotros, vivió en lugares solitarios, se vistió de cualquier manera, se metió con la sociedad y qué se yo con cuántas cosas I " mas 10

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