BCCCAP00000000000000000000543

sacerdotal. Se trata de unos hombres destinados única– mente para Dios y para las cosas de Dios. Como se diría perfectamente en latín: "Deo perpetuo farnulari''. Es sumamente interesante el Evangelio de hoy. Y además muy actual. Porque el Evangelio y su men– saje es eterno y nada más moderno que lo eterno, pues no está sujeto al ritmo cambiante de las modas. Cristo pudo solucionar para siempre el problema de la voca– ción sacerdotal, de los curas, de una vez y por todas, de manera muy fácil. Nosotros, quizá lo hubié– ramos hecho. Lo estamos exigiendo cuando queremos que los curas sean seres angélicos. Nosotros hubiéra– mos escogido ángeles. Y Cristo pudo hacerlo, incluso a Pedro le dice en Getsemaní: "Dios pondría a mi disposición legiones de ángeles". Hay un ángel para cada hombre. Si Cristo hubiera escogido para ser sacerdotes a los ángeles, hubiera solucionado de una vez para siempre esos problemas tan acuciantes que están hoy mismo en las páginas de los periódicos y en los labios de los cristianos murmuradores: El problema del celibato. Los ángeles no tienen pasiones, ni tenta– ciones. Problema solucionado. El problema de la ma– nutención: los ángeles no necesitan comer ni beber. Se suprimirían las colectas y las pagas a los curas, y los colegios de pago. Se suprimirían los pecados de los sacerdotes porque los ángeles no pueden pecar. Serían santos, puros, inmaculados. El egoísmo de los sacerdo– tes, que son hombres inclinados al mal igual que todos los mortales ... etc., etc., etc. Y en estos etcéteras poner lo que queráis. 109

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz