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478 Francisco Iglesias que tenga algún sentido práctico, pero se presta al equívoco y, por lo mismo, a comprometer la idea de una programación educativa unitaria que contemple - del principio al fin - las exigencias de un crecimiento sin solución de continuidad y del aprendizaje personal y personalizado para tal crecimiento. De manera análoga puede resultar al menos ambi– gua, a mi parecer, una frase aparentemente innocua y justa como ésta: «Mientras la formación inicial estaba ordenada a la adquisición por la per– sona de una suficiente autonomía para vivir en la fidelidad a sus compro– misos religiosos, la formación continua ayuda al religioso a integrar la creatividad en la fidelidad» 44 • El empeño por lograr una libertad respon– sable, aprendiendo a vivir creativamente en la fidelidad, es tarea continua, a lo largo de toda la existencia del religioso, si se quiere entender la forma– ción en toda su complejidad, riqueza y realismo. Sería, pues, más preciso hablar de etapas psicosomáticamente diferenciadas de la formación per– manente, la única que - en realidad y como tal - existe. Otra serie de consecuencias importantes va localizada en el binomio tiempo-espacio que enmarca y condiciona - con signo ambivalente, según los casos - el ritmo de desarrollo de la persona consagrada. Abreviando y por comodidad prác'tica, agrupo aquí los conceptos relativos a la categoría del cambio, de lo nuevo y del propio contexto; es decir, al impacto del tiempo y de la matriz socio-cultural y eclesial en la maduración del reli– gioso. El hecho de que la vocación y el carisma se justifiquen, en última instancia, por motivos de fe, transcendentes, puede generar el riesgo de planteamientos educativos desencarnados, insensibles a los signos de los tiempos, que constituyen también el entramado y acicate para actualizar el E INSTITUTOS SECULARES, Elementos esenciales de la doctrina de la Iglesia sobre la vida religiosa..., l. c., n. 48; SINODO DE LOS OBISPOS, IX Asamblea General Ordinaria, l. c., n. 91 s.; Corrado GNEo, Educazione religiosa attuale nei documenti del Magi– stero, Roma 1973, p. 130; Sante BISJGNANO, Itinerario di fonnazione alta vita religiosa, en AA.VV ., Vita consacrata, un dono del Signore alta sua Chiesa, Torino 1994, p. 305 ss. 336 ss.; ID., La fonnazione pennanente. Linee fondamentali, criteri e itinerari, en AA.VV. , La fonnazione pennanente nella vita religiosa, XII Convegno «Claretia– num», Roma 1987, p. 37 ss.; Giovanni DAL PIAZ, L'adulto, soggetto della fonnazione pennanente, en AA. VV., La fonnazione pennanente nella vita religiosa, l. c., p. 61 ss.; Domingo J. ANDRES, El derecho de los religiosos. Comentario al Código, Madrid 1984 3 , p. 393 SS. 44 CoNGREGAOÓN PARA LOS INSTITUTOS DE VIDA CONSAGRADA Y LAS SOOE– DADES DE VIDA APosTOLICA, Orientaciones sobre la fonnación en los institutos religio– sos, l. c., n. 67.

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