BCCCAP00000000000000000000538

70 P. JUSTO DE VILLARES, O. F. M. das las cosas. El es nuestra esperanza y la es– peranza de la gloria. Y de tal manera el Pa– dre nos ha unido con Cristo mediante el Santo Bautismo en los misterios de la pasión, muerte, resurrección, ascensión y vida gloriosa, que con Cristo nos vivificó, nos resucitó, nos glorificó y todo lo que se h~, realizado en Cristo, nos pertenece. Por tanto, hemos de mantener firmemente nuestra unión con Cristo por el amor, por la gracia santificante, porque "sobre El, sobre nuestra comunión con El descansan la certeza y el gozo de nuestra esperanza. Cuanto más vivamente estemos unidos con El por la fe, por la confianza, por el amor, por la participación de su vida y de su espíritu, más confiadamente podremos aspirar a la revelación de la gloria de la filiación divina en nosotros" (50). Amado lector; fundados en estos ocho mo– tivos o fundamentos de nuestra esperanza, que dejamos expuestos, hemos de servir a Dios Nuestro Señor con toda diligencia y esperar con seguridad en el cumplimiento de las pro– mesas que nos ha hecho. Cantemos con fre– cuencia este verso del Salmista: "En Ti, ¡ oh Señor!, confío. No sea yo nunca confundido, lí– brame en tu justicia" (51). (50) B. BAuR. O. S. B. Sed Luz t. III, pp. 95-IH. (51) Ps., 30, 1,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz