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LA ESPERANZA CRISTIANA 67 observación del Maestro hace el P. Colunga es– ta atinada exposición: "Es el amor la liga que une a Jesús con el Padre, a los discípulos entre sí y a éstos con Jesús y con el Padre. Este amor bona las distancias y establece la igual– dad, que es la condición de la amistad". Esta nuestra unión con Cristo mediante el amor por la observancia de sus santos manda– mientos tiene por premio riquísimo ya en la tierra la inhabitación en nuestra alma del Es– píritu Santo, el amor del eterno Padre, la ma– nifestación de Jesús y la morada de toda la Beatísima Trinidad en nuestro espíritu. Vea– mos cómo lo dice Jesús: "Si me amáis guardad mis mandamientos, y Yo rogaré al Padre, y os dará otro Abogado que estará con vosotros pa– ra siempre... El que me ama a Mí será amado de mi Padre, y Yo le amaré y me manifestaré a él... Si alguno me ama, guardará mi pala– bra, y mi Padre le amará, y vendremos a El y en El haremos morada" (40). El término de nuestra unión con Cristo es ver a Jesús "sentado a la diestra del Padre y el galardón consiste en que estemos allí con El participando de la gloria del Padre". Esta es la petición de Jesús a su Padre en la oración sacerdotal. Dice así: "Padre, lo que Tú me has dado quiero Yo que donde Yo esté, estén ellos (40) / oh., 14 15-16, 21, 23.