BCCCAP00000000000000000000538
38 P. JUSTO DE YILLARES, O. F. M. do" (14). "Para mí la vida es Cristo y la muerte ganancia" (15). "Si alguno no ama al Señor (Cristo), sea anatema" (16). Así lo verificó San Agustín de Tagaste, quien de amador de la sensnalidad se trocó en un volcán de amor a Dios. Por eso exclamaba con frecuencia: "¡ Oh hermosura, $iempre antigua y siempre nueva, qué tarde te conocí!". De este modo lo hizo asimismo con Francisco de Asís, no pecéldor, pero sí jaranero y amante de grandezas hu– manas, y luego convertido en el Serafín Cru– cificado del Monte Alvemia. No pocas veces iba por los caminos llorando y gritando: ªEl Amor no es amado. El Amor no es amado. Mi Señor Jesucristo crucificado no es amado". ¡Oh, bendita esperanza cristiana que tantas maravillas has obrado en las almas! Manifiés– tate en toda tu grandeza al alma moderna, angustiada y desesperada, porque no te posee a ti. Dile que tú eres lo que ella tan ardoro– samente desea y busca inútilmente: juventud, eterna juventud sobrenatural. Que tú eres la fuerza que crea, la vida que palpita, la dicha que canta y el amor que ríe en las almas que creen, esperan y aman a Cristo. (14) Gal., 6, 14. (15) Fp., l. 21. (16) 1. ° Cor., 16, 22.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz