BCCCAP00000000000000000000538

:lO P. JUSTO DE VILLARES, O. F. :'.1. otras piezas el yelmo de la esperanza. "Tomad -les dice- el yelmo de la salud" (3), el cual no es otn cosa que el yelmo de la esperanza de la ;:;alud, que vimos en la Epístola a los de Tesalónica. Ahora bien, si. el legionario romano se valía del yelmo para proteger la cabeza, del mismo modo nos hemos de aprovechar nosotros, gue– rreros cristianos, de la esperanza, a manera de yelmo, para defender nuestra alma de las sugestiones del enemigo y de los atractivos de las criaturas. A este fin nos servirá la medita– ción de las verdades eternas, máxime de la eterna Bienaventuranza. Así ahuyentaremos también toda clase de malos pensamientos, se– gún aquel famoso dicho del Espíritu Santo: "En toda tu obra acuérdate de tus postrime– rías y no pecarás jamás" (4). Palabra de Dios, palabra infalible. Ponla en práctica y compro– barás por ti mismo su veracidad, como la com– probó por sí misma Santa Margarita de Cor– tona. Ya de jovencita, abandonando el hogar paterno, se entregó en la ciudad de Cortona a ilícitos amores; pero un día el perrito que su amante había llevado como compañero de via– je, la sacó del fatal estado en que se encon- (:1) Ef., G, 17. (4) Eccl., 7, 40.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz