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LA ESPERANZA CRISTIANA 113 esperarlo todo de Dios Nuestro Señor, ya que nos dice San Pablo que de nuestra parte no podemos ni siquiera tener un buen pensamien– to para la vida eterna (2). Y el Maestro nos dice por San Juan en la alegoría de la Vid Verdadera: "Sin Mí no podéis hacer nada" (3). Respecto de la vida sobrenatural hemos de imitar al niño, que siendo por sí la misma de– bilidad, estando con sus padres cree poderlo todo. Y precisamente al niño nos manda ase– mejar el Señor, cuando dice: "En verdad os digo, si no os mudareis e hiciereis como niños, 110 entrareis en el reino de los cielos. Pues el que se humillare hasta hacerse como uno de éstos, ese será el más grande en el reino de los cielos" (4). Sencillez, pues, mucha sencillez para el logro de la vida eterna. Con estas sentencias y ejemplos nos reco– mienda Nuestro Señor Jesucristo el ejercicio de la Infancia Espiritual, virtud sumamente necesaria en estos tiempos a todos los hijos de la Iglesia que no quieran verse envueltos en los lazos del error. Los Apóstoles San Pedro y San Pablo tam– bién nos exhortan a la práctica de esa virtud tan evangélica y nos exponen al mismo tiem- (2) 2.° Cor., 3, 4-5. (3) / oh., 15, 5. (4) Mat., {§', 3-4.

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