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100 P. JPSTO DE ULLARES, O. F. M. Sobre el ejemplo que nos dieron los Santos Padres en seguimiento del Crucificado tiene Tomás de Kempis un capítulo del que extracta– mos estos párrafos edificantes: "Los santos y amigos de Cristo -escribe- sirvieron al Señor en hambre, en sed, en frío y desnudez, en tra– bajos y fatigas, en vigilias y ayunos" (11), en oraci.ones y santas meditaciones, en persecu– ciones y muchos oprobios. ¡Oh! ¡Cuán graves y muchas tribulaciones padecieron los Apóstoles, mártires, confesores, vírgenes y todos los demás que quisieron seguir las pisadas de Jesucristo! "Pues en esta vida aborrecieron sus vidas para poseer sus almas en la eterna" (12). "¡Oh! ¡Cuán estrecha y retirada vida hicie– ron los Santos Padres del yermo! ¡Cuán largas y graves tentacionc's padecieron! ¡Cuán conti– nuas y fervientes oraciones ofrecieron a Dios! ¡Cuán de ordinario fueron atormentados del enemigo! ¡Cuán rigurosas abstinencias cum– plieron! ¡Cuán gran celo y fervor tuvieron en su aprovechamiento espiritual! ¡Cuán fuertes peleas pasaron para vencer los vici.os ! ¡Cuán pura y recta intención tuvieron con Dios!" (13). (ll) 2.° Cor., 11, :2•7. (12) /oh., 12, 25. (13) Imitación de Cristo, l. s. c. 18.