BCCCAP00000000000000000000537

piedras y las selvas, y con todo lo bello de los campos, las aguas de las fuentes, la frondosidad de los huertos, la tierra y el fuego, el ai– re y el viento, invitándoles a que permanecieran fieles en su amor al Señor. En fin, a todas las criaturas las llamaba hermanas, como quien había llegado a la gloriosa libertad de los hijos de Dios y po– día penetrar hasta el corazón de las criaturas. La relación de hermandad que liga a Francisco con todo lo creado no proviene de su visión poética, ni de lo que hoy llamaría– mos sensibilidad ecológica. Si Francisco llama hermanas a las cria– turas es porque ha experimentado que el sustrato del que nacen y en el que hunde sus raíces el hombre y las cosas es el mismo; es decir, Dios. Su percepción es, por tanto, teológica, puesto que el la– zo fraternal que nos une con los restantes seres no es la simple na– turaleza biológica, sino el tener un mismo Creador. En este sentido hay que interpretar la relación de Francisco con la naturaleza. Por considerarlas como criaturas hermanas no dispone de ellas como dueño y señor, sino que convive con ellas aprovechándose de su trasparencia para sentirse religado con su Creador,pero respetando siempre su propia autonomía. El que Dios haya puesto al hombre en medio de la creación no le da dere– cho a dominarla de forma despótica; el ocupar ese lugar privilegia– do lleva consiga la responsabilidad de humanizar la creación, usando, pero no abusando, de las cosas. Actualmente la ecología está de moda y el respeto civilizado a los demás, también; pero de ahí a creer que la fraternidad está en la base de esta valoración de las personas y las cosas, media un abismo. La fraternidad es un valor en baja porque muy pocos creen que se pueda realizar. La creencia de que la fraternidad es una utopía fantástica, cada vez más extendida en nuestro contorno cultural, parte del supuesto de que la humanidad es,:in rebaño de violentos que es– tán juntos y no se atacan porque se lesionan a sí mismos. Es decir, que el viejo axioma"el hombre es un lobo para los demás hombres" sigue vigente para entender y explicar las relaciones humanas. Nuestro proyecto de hombre, es verdad, ya no puede cons– truirse con los elementos antropológicos que utilizó Francisco en 14

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz