BCCCAP00000000000000000000537

2.-HERMANO DE TODOS Las relaciones fraternas no se reducen al ámbito de la Fraternidad sino que van mucho más allá. Bien es verdad que Francisco trató de realizar en ella lo que Jesús anuncia como nove– dad del Reino. Es decir, que la humanidad puede tomar un rumbo nuevo si es capaz de relacionarse de una forma más solidaria. Cristo resucitado ha roto todas las barreras que existían entre los hombres, y su Espíritu es testigo eficaz que esa igualdad ante Dios se lleve a término en el entramado social. Por eso no tiene sentido dividir a los hombres en clases y estamentos, ya que todos somos iguales por haber nacido de las mismas manos y estar desti– nados a formar la misma comunidad; pero, sobre todo, porque el amor de Dios es el mismo para toda la humanidad . Si, como he dicho, Francisco desplegó de una manera inme– diata y concreta en la Fraternidad este tipo de relaciones evangéli– cas, también es verdad que las clarisas vivieron ese mismo espíritu fraterno con su matiz femenino y enclaustrado. De Sta. Clara se dice que por las noches se levantaba para tapar a las hermanas y protegerlas del frío. 10

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz