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!)8 NAZARET EN :!ffESTROS DIAB. de la Santísima Virgen, que es una segunda gruta oscura, más pequeña y más baja que la primera, he– cha también en la viva roca. ~o tiene rruís que un altar con:,:agrado al Patriarca San José. Estas gru– tas, aunque separadas, no son sino dos pm·tes de una misma gruta, destinadas á diferentes usos. En el fondo, frente por frente al altar, se abre un pe– quefiito corredor de tres pies y medio ele ancho por seis de alto, que conduce ú una escalera también ta– llada en la roca como el resto. Se rmbe una docena de escalones y se llega á lo que el pueblo ele Naza– ret llama la cocina de Nuestra Señora. Es una ter– cera gruta mucho más pequeiía que las otras clos. En la bóveda hay un agujero reelondo, actualmente tapado, por donde, segun dicen, salía el humo. A la derecha se distinguen señales muy claras, sobre la roca, de haber existido allí una puerta, y según la tradición, salía por ella la Santísima Virgen para irá la fuente á lavar y por agua. En la capilla de la Anunciación existe una co– lumna de granito suspendida ele la bóveda, toda al aire, y en la parte de ahajo se ha colocado detspués un pedazo de columna de mármol clel mismo grue– so, faltándole clos pies para llegar á la otra, quedan– do por lo tanto sin punto de apoyo; y según la tra– dición, donde se halla la columna, indica el sitio donde la Santísima Virgen estaba cuanclo recibió la embajada celestial. A corta distancia, fuera ele la gruta, se encuen– tra otra columna de granito semejante á la prime– ra, que se halla encerraela en el grueso del muro que separa la capilla clel Angel, viéndose perfecta– mente: esta columna indica el lugar dondo el Ar– cángel Gabriel estuvo al anunciar á la Santísima Virgen la Encarnación del Verbo. La casa de la Virgen tenía esta clistribución: