BCCCAP00000000000000000000534

96 NAZARET EN NT,ESTROS Di.AS. profanos á este jardín misterioso de la Escritura Sa– grada. El suelo de esa colina que no está cubierto por las casas se halla plantado de olivares. La población tiene unas tres mil almas; ochocien– tos son católicos, apostólicos, romanos, sujetos por lo tanto al Papa; unos doscientos católicos griegos cismáticos, doscientos maronitas católicos, y los demás árabes y musulmanes. Ningún judío puede habitar en Nazaret, ni los consienten. Las habitaciones ele Nazaret, exceptuando un corto número, más que otra cosa son cabañas y con– servan su forma antigua, porque este país es emi– nentemente tradicional y en ninguna otra parte de la Palestina, mejor que en ésta, se han conservado los usos de los tiempos pa::::ados. Los hombres van vestidos, como los antiguos he– breos, de largas túnicas recogidas en los costados por un cinturón de cuero y llevan sobre los hombros una capa de tela más ó menos ligera, según la esta– ción, sujeta al pecho por un botón: andan general– mente descalzos y algunas veces cubren los pies con una simple sandalia de cuero. Las mujeres se envuelven en un largo ropaje forma de saco, con mangas muy anchas en la parte superior y que van estrechándose hasta el puño. Una faja de tela las ciñe la cintura. Los cabellos los dejan caer sueltos formando grandes trenzas, y se cubren la cabeza con un manto ligero que baja hasta el talle, y tan pronto lo recog·en por delante para taparse enteramente, como lo dejan flotar libremen– te á sus espaldas. Los hombres y aún más las mujeres cristianas de este dichoso país son de un tipo que se aleja muy notablemente del de los habitantes del resto de la

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz