BCCCAP00000000000000000000534

FF: E:S- LA IGLESIA DE JESUCRISTO. 31 300 años, disípanse las tinieblas, en las que se había tratado envolverla, y todas las ciencias crea– das contra ella vuelven á su servicio y vienen hu– mildemente á confirmar y esclarecer sus dogmas. Todas las naciones contemplan atónitas su serena majestad, en medio ele los huracanes, sosteniendo con una mano á la razón que se tambalea y coro– nando con la otra á sus múrtires, confesores y vír– genes. A una persecución siguió otra persecución, y á una desgracia otras de:=:gracias; á los sarcasmos de Baillet contra los Santos, respondieron las blasfe– mias de Voltaire contra la Iglesia y Jesucristo. CAPÍTULO II. FE EN LA IGLESIA DE JESUCRISTO. Apenas la Iglesia obtuvo la libertad al precio de tres siglos de martirio; apenas las almas pudieron descansar sobre las bases inquebrantables de la fe, vemos dilatarse el culto de las santas reliquias, de los santos lugares, de las santas imúgenes, de los más tiernos recuerdos, como una flor que exhala la fragancia de la J)iedad cristiana. Desde entonces la tradición JJiadosa no ha sufrido ninguna interrup– ción hasta nuestro siglo, ocupando un puesto pre– ferente las revelaciones con que Dios favorece ele cuando en cuando á las almas justas, herederas al mismo tiempo de las virtudes y de las luces de los profetas. A esto debemos agregar la ':'ida de los Santos que han imitado á Jesucristo y reprodnciclo sus mi- lagros. · Un gran número de estas historias nos ofrecen

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz