BCCCAP00000000000000000000534

i4 DEDICATORIA. qne naufragan en el océano del vicio, y el perdón de sus culpas los que desean reconciliarse con Dios. Vos sois la que escucháis nuestras súplicas y las presentáis ante el trono de vuestro Santísimo Hijo; el Hijo las presenta al Padre, y como el Padre quiere que recibamos sus gracias por conducto de su Unigénito Hijo, en quien sumamente se compla– ce, el Hijo quiere también que recibamos sus beneficios por mano de su Santísima Madre, objeto en gran manera digno de su filial afecto. ¡Cuán llena de gracias y misericordia estáis, oh mi amada :Madre María! ¿Cómo, pues, no acordarme de Yos, al querer de– dicar este modesto trabajo á un sér que le pudiese cubrir y her– mosear con la grandeza y la gloria de su inmortal nombre? Sólo Y os, Reina de los Angeles y de los hombres, llenáiR cumplidamente mis deseos. Aceptad, por lo tanto, ¡oh Madre mía! este pequeiío fruto de mi trabajo y de mi amor por Vos y por la Santa Casa que esco– gisteis, suplicándoos me concedliis la gracia de amaros cada vez mtís y de morir santamente á vuestro servicio, derramando mi sangre pórla conversión de los infieles. También os suplico, mi buena Madre, aceptéis en prueba de agradecimiento y amor la propiedad de esta pobre H1sTORIA y su producto, que será entregado al Rmo. General de los Capuchi– nos de Roma. No miréis, Virgen Santa t'• Inmaculada, mi pequeñez é insu– ficiencia, ni lo pobre de la oferta, sino fijad vuestros ojos miseri– cordiosos en los sentimientos que me animan y el constante deseo que tengo de emplearme todo, hasta mi último momento, en servir á Dios y á Vos, derramando mi sangre, si os place, por la conversión de los pecadores y en defensa de nuestra amantí– sima Madre la Santa Iglesia Católica, Apostólica, Romana. Así sea. El A.ntor.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz