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DE llELJ'.:N .\ JERIC(). 217 sobre todo en la Siria y .A.rabia; tiene esta flor la virtud. ó prnpiedad de abrirrn cada vez que la meten en agua, quedando abierta cinco ó seis hor:lf; }' des– pués vuelve ú cerrarse. De Jericó se va ú la Fuente de Eliseo, que c;-;t{t dos horas; este es uno de los mejores manantiales de la Palefotina; sus aguas, cuya tcmperatnra es de 20 grados, son excelentes y alime1Jtan multitud de peces per¡uefios. De Cfota fuente ú la JJ011twi;1 de la Cuaresma hay una hora de subida bastante dificul– tosa. Se llama de la Cuaresma pnrque fné u.onde Je– sueristo ayunó los euarenta días y cnarenta noches, y donde fné tentado por el demonio. Este terreno ha sido habitado por mnltitnd ele anacordas que la mayor parte fueron martirizados por Cosroas en el siglo VII. Después se llega ú la Santa GrutF1, donde Nuestro Sei'íor Jesucristo nos clió el cj1'mplo de rwnitcneia los cuarenta días: tambión Sl! visita la gruta ó ca– pilla de la Tentación, que esbt habitada por Reli– giosos, donde Jesucristo foé tentado por el demonio. Se baja la montai'ía y se camina ,'t la izr¡nienla, para llegar después de tres horas de marcha ú la fuente de los Apóstoles, que es el lugar donde des– cansaron éfitos las diversas vcc:es que pasaron en seguimiento de Jesucristo y en dirección ele Jeru– salén. El agua de esta fuente es buenísima y es la úni– ca que hay por aquellos contornos. Después se llega al pueblo de JJl'fanin, que es uno de los lugares doude Jesucristo fué varias veces ú casa de :Harta, ~Iaría y L~izaro, su pueblo: B0ta11ia ternlrú hoy mios :ioo ha– bitantes, todos rnusulmaues. A unos 20 metros de Betania estú la iglesia del sepulcro de Lúzaro, que fu¡_\ donde le resucitó el Salvador por los ruegos y lagrimas de sus hermanas ~larta y Magdalena. Este