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DE JERUSALÉN Á BELÉN. 211 hecho en parte en Ja misma roca, donde hay una ex– cavación en forma de pesebre: en este lugar la l)ivi– na Jf adre acostó al Verbo l)ivino y aquí los pastores, avisados por los ángeles, vinieron á adorar al niño .Jesús y le reconocieron por el Salvador del mundo. Este sagrado sitio est.\, cubierto de mármol blan– co y cinco hímparas arden continuamente dentro del Pesebre: el fondo está cubierto con un cuadro de plata que representa ú Jesús sobre las pajaR; las pa– redes están tapadas con colgaduras de seda y tapi– ces, dejando ver loR muros al levantarlos por los la– dos: .dije la Santa Misa dos veces en el Portal. Frente al santo Pesebre se halla el altar de los Reyes 1Uagos que está en el mismo lugar donde la Santísima Vir– gen tenía al niilo .T esüs en sus brazos cuando le ado– raron loR MagoR. Cerca de fa puerta de la gruta se ve una peque– ña abertura circular donde Dios hizo brotar un ma– nantial de agua mientras estuvo la Santa Familia en el portal de Belén. A la izquierda del PeRebre Re entra por una puerta que va ú Jas grutas subterrüneas, por una especie de agujero hecho en la montaila; á tres metros está un altar dedicado á San José: se ba,i an cinco escalo– nes para visitar el sepulcro de los SantoR Inocentes degollados por Herodes; se ¡;igue á la izquierda, donde se ve el sepulcro de San Eusebio, diseípulo de San .Jerónimo; mÚR abajo está la Repultura de Santa Paula y su hija Santa Enstaquia; después se halla un altar colocado Robre el Repulcro de San .Jerónimo, que vivió (deRpnés que se hizo cristiano) en Belén, donde tuvo principio su Orden y fundó el primer convento: esta capilla es llamada el Oratorio de San .Jerónimo, donde hacía tan terrible penitencia y tra– bajó la interpretación de las Sagradas Escritnraa. Dos monumentos de San Jerónimo se conservan