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200 VIAJE Á TIERRA SANTA. miento fué en Nazaret, como aseguran los Padres de la Iglesia y la misma Sagrada Escritura. A corta distancia se halla la Probatica Piscina; tiene 110 metros de larga por 40 de ancha: aquí fué donde Jesús curó al paralítico v donde tenía lugar el prodigio de que un angel movía las aguas y el primer enfermo que entraba en ella, después del movimiento, quedaba curado de la enfermedad que padecía. Después se llega á la Puerta de San Esteban, y se ve el frente del monte de la Ascensión, y más bajo el valle de J osafat. Este valle es el más nombrado que hay en todo el mundo; en él luchó Abraham con los asirios después de Pentápolis y encontró al Rey de Sodoma que había venido á felicitarle por la vic– toria: entonces Melkif;edek, Hoy ele J orusalén y Sa– cerdote dol Altísimo, ofreció á Dios el sacrificio tle pan y vino delante del patriarca Abraham. El valle de Josafat empieza cerca del Sepulc1·0 de los jueces, tiene de largo unos cuatro kilómetros y tle ancho unos 200 metros, se halla cerrado á un lado por el monte del Escándalo, á otro el de las Olivas, el de Viri-Galilei y los de Receta, Jloria y Ofel. Ning·ún lugar sobre la tierra puede dar al pere– grino recuerdo más triste y meditación más viva; una ciudad sepultada en castigo de su deicidio, un torrente sin agua, todo lleno de sepulcros tristes, de montaiías desnudas, alg·unos árboles raquíticos y pobres, sepulturas arruinadas, el recuerdo de los pro– fetas, patriarcas y mártires, la agonía del Hijo de Dios y su venida al fin del mundo á juzgar en aquel lugar á los vivos y á los muertos; todos estos recuer– dos hacen entristecer al más valiente peregrino, si con fe los medita y considera. En este sitio se hallan los monumentos siguien– tes: el lugar del martirio de San Esteban Protomártir,

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