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174 VIAJE Á TIERRA SANTA. cios un día cada año que les era permitido en la igle:– sia de Santiago, Patrón de Espaiia, que se halla en poder de los armenios no unidos, como también en la iglesia ele estos ültimos, que se halla en el lugar donde Nuestro Señor JesucriRto fué llevado delante del gran sacerdote Caifás. Todo por la falta que tie– nen de protección y limoRnas. ¿ Vendrán tiempos me– jores? Hay que esperarlos, confiaclos siempre en la Divina misericordia. CAPÍTULO XXXI. DE ALEJADRÍA Á JAFFA. Cumplida la cuarentena, bajamos á tierra, y ya estaba el Rvdo. P. Manuel López, Franciscano espa– ñol, esperándome en el puerto para acompañarme al convento de Santa Catalina, virgen y mártir; pues se halla la hospitalidad en el mismo sitio donde fué martirizada la Santa. La ciudad de Alejandría ha Rido siempre muy perseguida, quizús por no haber querido sus habi– tantes hacer caso de la mucha sangre que los már– tires han derramado por la fe católica en su país: son casi innumerableR los m,írtires que sufrieron el Rnpli– cio en la persecución del emperador Decio; entre ellos se hallan San Julián y su criado Cronio, San Pedro Obispo y San Marcos Evangelista, San Juan y San Ciro, Santa Anastasia, Santa Teofi.Rta, Santa Teodora, Santa Eudoxia, San Dión, San Ammonio, San Fausto, San Luciano, San Gordio, San Cirilo Patriarca, San Alejandro, y otros muchísimos, pues nos dice San Dionisia en sus escritos que eran in– numerables los mártires que derramaban su sangre en la persecución, y gran número de santos que con
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