BCCCAP00000000000000000000534
DE NÁI'OLES Á ALEJANDRÜ.• 16() nova ó de Marsella: yo embarqué en el vapor India, procedente de Genova, de la Compaiiía de Rubatino, y como Misionero apostólico y de Pro¡1119mula Pide, me rebajaron el GO por 100, ósea la mitad del precio seiia1ado en las tarifas. Como nunca me había embarcado, me causó mu– cha impresión hallarme á las ocho de la noche en f'l vapor, que era la hora de salida. Al empezar la mar– cha se levantó un viento fuerte que 1108 obligó á · retirarnos á los camarotes; el movimiento del vapor era cada vez más desagradable, con el balanceo que hacía de arriba abajo, marchando contra viento, no siendo posible conciliar el sueño sin pasar antes el noviciado de los que se embarcan por vez primera, de intranquilidad, miedo y mareo. Al clía siguiente dejamos á la derecha las montaiias de Sicilia y á la izquierda las de Calabria: el golfo de Mesina nos hizo temer; pero gracias á Dios, le pasamos con feli– cidad. El Mediterráneo 08 de los mares el mús tran– quilo, aunque tuve la desgracia de experimentar tocla suerte de contratiempos en aquel trayecto. Divisamos cerca del golfo, sobre las montañas de la izquierda, los pueblos de Sila y Carricli, de donde salió Garibaldi para su desgraciada empresa revolu– cionaria, que tanto daño ha causado. En la ciudad de Mesina no nos quisieron recibir por hallarse el cólera en Italia, y después de dete– nernos cuatro horas, se dejó la correspondencia en el lazareto. En dos días no divisamos ninguna isla; pero al tercero vimos las de Candia y Creta. Aquella noche una manga de viento dió una vuelta al vapor: temiendo por las vidaR, caímos al suelo los que es– tü bamos acostados, y los platos y utenRilios del va– por fueron rodando: entonces, los que hasta allí nos habíamos resistido sin provocar, fuímos víctimas de
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz