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16± VIAJE A TIERRA SANTA. entusiasmadas de su buen propósito, creyendo casi como imposible hacer su soilado viaje, diciendo que eso sólo es para los opulentos y para ciertas perso– nas completamente libres: este error quiero destruir dando una reseila de mi viaje á Tierra Santa: yo, que me hallaba al cuidado de mis octogenarios padres por Breve pontificio, sin tener bienes de que disponer, he realizado un viaje, qu~ desde mi niñez deseaba con todas las veras de m1 alma, y aunqne fueron muchos los inconvenientes que me ponían personas ilustradas y santas, he visto que nunca es tan bravo el león como la g-ente le pinta, habiéndolo efectua– do con toda felicidad y economía. Como lo hice por tierra hasta Núpoles, no debo conRignar nada referente ú la salida de los puertos de Espaila y Francia, siendo el mejor trayecto el que yo hice, por el miedo que causa el mar á los que no se han embarcado; y aunque empleé tres me– ses en tan santa peregrinación, puede hacerse per– fectamente en un mes. El g-asto es según la persona que viaje; puede hacerse con toda comodidad y descanso con 2.500 pesetas, como igualmente puede gastarse sólo 1.000 pesetas en todo, y otros muchos lo hacen sin gastos, que son los verdaderos peregrinos. El tiempo mejor para visitar Tierra Santa es Abril y Ma_yo: en Junio y Julio hay que tomar al– gunas precauciones á causa de los grandes calores; los meses de Agosto, Setiembre y Octubre son peli– grosos por las calenturas y diarreas; Noviembre y Diciembre no son malos en Palestina, á excepción de algunas veces que llueve y el mar está alterado, y en Enero, Febrero y Marzo el camino se pone in– transitable por las lluvias y tormentas. El peregrino si quiere ir con comodidad y libertad debe llevar poco equipaje; basta una maleta ó un saco de noche