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158 CONGREGACIÓN UNIVERSAL DE LA SANTA CASA. sado de mi tarea si con ella consiguiese que os ama– sen, ¡oh Virgen Madre! ó lograse inspirar á otras más hábiles inteligencias el pensamiento de levan– tar, por fin, ese gran monumento que esperan y re- claman las almas piadosas. · Ni la ocasión puede ser m:is favorable, ni más oportuno el momento de poner manos á la obra; que no sin un deRignio muy especial de su providencia, ha querido Dios, que nada deja á la casualidad, pro– teger y conservar después de tantos siglos hasta nuestros tiempos vuestra Casa sagrada. Algunos días más y todas las naciones de la tie– rra vendrán á tu bendita Casa á rendiros homenaje y proclamar vuestro imperio en este mismo lugar en que tuvo su principio. Pero este triunfo de un próximo porvenir hav que pagarlo de antemano con las pruebas, persecu– ciones y dolores del presente. Hemos visto á vue,;tros enemigos en Loreto, usurpando vuestra propiedad, rodear ,yuestra Basíli– ca y el palacio apostólico, y á sus soTcladus montar la guardia á las puertaR mismas de vuestro santua– rio, con gran dolor y abundantes lágrimas de vues– tros fieles servidores. El Santo Padre Pío IX murió lleno de amargura en sus prisiones después que le usurparon sus dere– chos; hoy vemos cada vez más oprimido al ilustre encarcelado del Vaticano, al sabio entre millares, al gran pacificador y conciliador del mundo, Su Santi– dad León XIII, reducido á la última esclavitud, que– riendo los enemigos de la Iglesia robarle hasta el poder espiritual, calumniado por la moderna revolu– cionaria Italia, despreciado por la libei'tina Francia y poco atendido por la desacertada España. ¡Levantáos, oh Virgen Santísima de Loreto, Se– ñora nuestra querida, levantáos con toda la fuerza